Estimula la circulación y combate la hinchazón con drenaje linfático y terapia vascular especializada
Los problemas de retorno venoso y linfático son condiciones que afectan al sistema circulatorio, particularmente en lo que respecta al flujo de sangre y linfa desde las extremidades hacia el corazón. Estos trastornos son bastante comunes y pueden generar síntomas incómodos como hinchazón, dolor, sensación de pesadez, calambres y la aparición de varices. El sistema venoso y linfático tiene como función principal el transporte de líquidos y desechos del cuerpo hacia las venas principales y hacia el sistema linfático, para su eliminación. Cuando alguna de estas funciones se ve alterada, pueden aparecer los problemas de retorno, lo que repercute en el bienestar del paciente.
El retorno venoso se refiere al proceso por el cual la sangre fluye desde las piernas y otras extremidades de vuelta al corazón. Cuando este proceso no funciona adecuadamente, pueden producirse varices, hinchazón en las piernas, úlceras en la piel o incluso dolor crónico. Esto suele ser consecuencia de una insuficiencia venosa, una condición en la cual las válvulas de las venas no funcionan correctamente, lo que hace que la sangre se acumule en las extremidades. Por otro lado, los problemas linfáticos están relacionados con el sistema linfático, que es responsable de drenar el exceso de líquido intersticial y las toxinas del cuerpo. Cuando el drenaje linfático es ineficaz, se produce una condición conocida como linfedema, que se manifiesta con la acumulación de líquidos en los tejidos, principalmente en brazos y piernas.
Este tipo de trastornos pueden estar relacionados con factores genéticos, posturales, sedentarismo, cambios hormonales o incluso como consecuencia de procedimientos quirúrgicos. Por ejemplo, personas que pasan mucho tiempo de pie, como las que trabajan en comercios o la industria, pueden desarrollar insuficiencia venosa debido a la sobrecarga de presión en las venas de las piernas. Asimismo, aquellos que han sido sometidos a tratamientos quirúrgicos de extirpación de ganglios linfáticos, como en el caso de cáncer, pueden presentar linfedema en las zonas cercanas a la cirugía. El tratamiento de los problemas de retorno venoso y linfáticos es fundamental para evitar complicaciones graves y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Uno de los tratamientos más efectivos es la presoterapia, una terapia que utiliza un traje neumático para aplicar compresión de manera controlada en las zonas afectadas, estimulando así la circulación sanguínea y linfática. También se recomienda la práctica de ejercicio físico moderado, como caminar o nadar, que favorece la activación del sistema venoso y linfático. El uso de medias de compresión es otro tratamiento clave, ya que ayuda a mejorar el retorno venoso y evitar la hinchazón. Además de estas intervenciones, el tratamiento puede incluir cambios en los hábitos de vida, como evitar permanecer mucho tiempo de pie o sentado sin moverse, mantener una dieta equilibrada para prevenir la obesidad (que es un factor de riesgo para problemas circulatorios) y practicar técnicas de relajación para reducir el estrés, que también puede empeorar los síntomas. En casos más severos, donde se presentan úlceras o sangrados, puede ser necesaria la intervención médica o quirúrgica, como la escleroterapia o la cirugía para eliminar las varices
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